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Estrategia pedagógica
Aulas rotativas como estrategia pedagógica. La educación está cambiando para innovar constantemente. De este modo se responde a las necesidades de las nuevas generaciones. Conoce la estrategia de Aula Rotativa y sus beneficios en el aprendizaje.
¿Qué son las aulas rotativas?
Las aulas rotativas son una estrategia para dinamizar las formas de educación que se dan en las diferentes instituciones educativas. Consiste en una estrategia para que los estudiantes vean sus clases en aulas especializadas para cada materia. Por esta razón también se les conoce como ‘Aulas especializadas’
Con esta estrategia, los estudiantes se dirigen a un aula distinta con cada cambio de materia. Esta aula está dotada con todo lo necesario para optimizar el aprendizaje de dicha materia en específico, promoviendo la especialización y profundización de los temas.
Este modelo de aprendizaje se ha probado con éxito en pruebas piloto de diferentes instituciones educativas, especialmente de preescolar y primaria.
Aulas rotativas como estrategia pedagógica
¿Cuáles son los beneficios de las aulas rotativas?
Todas las nuevas formas de pedagogía buscan mejorar el proceso de enseñanza – aprendizaje. En este caso, las aulas rotativas o especializadas buscan romper el esquema estático en el cual un estudiante se quedaba sentado por horas en el mismo puesto. Según los docentes, la introducción de este factor novedoso crea un incentivo de aprendizaje en la mente del estudiante.
Pero no solo los estudiantes salen beneficiados. De igual forma, los docentes también pueden mejorar sus condiciones de trabajo mediante la implementación de un espacio propio. Así, ya no tienen que desplazarse por todo el colegio con los diferentes materiales de estudio, sino que tienen todo lo necesario en una misma aula.
Se trata también de la creación de un ambiente inmersivo. Cunado un estudiante entra a un aula especializada, dispone su cuerpo y mente para participar de un entorno educativo con todo lo necesario para un tema.
El pasar de un salón de clase a otro también puede suponer una activación necesaria, que mejora la concentración y disminuye la monotonía.
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Ejemplos de aulas rotativas
Supongamos que eres un profesor de inglés. Seguro tienes algunos elementos que utilizas para tus clases, como fichas con palabras y una grabadora para poner canciones o audios. Como parte de tu trabajo, debes cargar todas estas cosas de un lugar a otro. Incluso cambiarlas dependiendo de la clase que vayas a dictar.
Ahora, con la estrategia de aulas rotativas, todo esto lo puedes tener en un mismo lugar. Y no solo eso, también puedes acondicionar el espacio como tu creatividad docente te impulse. Por ejemplo, en el caso de la materia de inglés, puedes poner letreros y afiches en este idioma. Además, podrías disponer de un televisor o PC para proyectar películas.
Los estudiantes, al llegar al aula, están rodeados de este material que hace fluir mejor sus conocimientos, pues se trata de la materia que van a recibir. Y en ese mismo lugar, puedes tener los materiales y recursos educativos de todas las clases y grados en los que dictas tu materia.
Aulas rotativas como estrategia pedagógica
Retos de las instituciones educativas
La implementación de estas estrategias supone, por supuesto, un reto para las instituciones. Ya vimos que, por parte de los docentes, es fundamental la planeación y diseño de ambientes de aprendizaje. Para ellos queda abierta la pregunta de como convertir un espacio físico en un lugar donde se dé un aprendizaje más especializado y profundo.
Por otro lado, el personal administrativo enfrenta un reto no menor. La disposición de estos lugares implica la destinación de recursos para la compra de materiales de las aulas. Esto implica un gasto adicional, por lo que seguramente los directivos se verán en el reto de optimizar los recursos ya existentes.
Además de esto, se debe repensar el espacio físico. Las aulas tradicionales cuentas sin duda con una gran ventaja logística. Los niños y niñas permanecen en un mismo lugar. Pero pensar en un cambio constante de aula, supone un reto en la planeación de horarios y cronogramas de trabajo. Esto, no solo de los estudiantes sino de los docentes.
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Diferencia con las Aulas Tradicionales
Las aulas rotativas o especializadas representan un cambio respecto a las aulas tradicionales. Estas últimas están diseñadas para que los estudiantes pasen todo el tiempo en un mismo lugar. Bajo esta metodología son los docentes quienes van y vienen de una clase a otra.
Expertos en pedagogía sugieren que esta metodología de clase no beneficia el ambiente de aprendizaje. Pasar muchas horas (en promedio 8) en la misma posición y en el mismo espacio, puede generar monotonía y otras predisposiciones perjudiciales.
Por el contrario, cambiar de espacio físico puede generar un sentimiento de novedad y motivación. El hecho de salir de un aula y cambiar de ambiente constantemente podría favorecer el aprendizaje, aseguran expertos.
Además, el sentido de pertenencia por espacios agradables puede aumentar. Esto, si desde el principio se establece una cultura de cuidado.
Reglas dentro de las aulas
Como en todos los grupos y ambientes escolares, la convivencia juega un papel fundamental. Por eso, se sugiere que cada aula tenga explícitas unas reglas orientadas a la convivencia.
Hacer carteles con reglas como ‘respetar la palabra’, ‘cuidar de los materiales’ puede ayudar. Del mismo modo, el docente debe constantemente hacer un llamado a cumplir estas normas.
Las aulas especializadas tienen materiales especiales que requieren cuidado. Es por esto que desde la implementación de las aulas, se debe promover el sentido de cuidado y pertenencia.
Incluir a los estudiantes en la limpieza de las aulas o en la organización de los materiales también es una forma de generar cuidado hacia estas. Si un estudiante siente suyo el espacio, cuidará de este y de las cosas que hay dentro.
Dificultades y contras de las aulas rotativas
Como sabemos, ninguna estrategia de enseñanza y aprendizaje puede considerarse perfecta o infalible. El reto de las aulas rotativas tiene implícitas algunas dificultades que podrías presentase en el camino de su implementación. Conocerlos es muy importante para generar opciones y estrategias para afrontarlos.
Por un lado, los costos de estas aulas pueden sobrepasar el presupuesto de la institución. La compra de materiales, la adecuación de las aulas y el pago a los docentes son actividades que implican una inversión.
Por otro lado, está la disposición logística de los espacios. Muchas instituciones educativas están diseñadas arquitectónicamente para las formas de enseñanza tradicionales. Disponer y adecuar viejos espacios a nuevas metodologías puede conllevar un reto.
Retos para los estudiantes en las aulas rotativas
Como se mencionó anteriormente, el cambio de aula es una estrategia para romper la monotonía. Sin embargo, en grupos numerosos, desplazarse puede generar desorden e indisciplina. Sobre todo en estudiantes más pequeños, quienes por estar en una etapa crítica de crecimiento, pueden tener actitudes de dispersión.
Los tiempos de desplazamiento también deberán restarse del total de horas de estudio, lo cual implica repensar horarios, cronogramas y otras formas de organizarse. También está el reto para los estudiantes más pequeños de cargar todas sus cosas de un lugar a otro. Esto podría resolverse con el uso de casilleros, siempre y cuando sean costeables dentro del presupuesto de la institución.
Pruebas piloto y su importancia
En cada institución educativa, implementar esta estrategia supone retos distintos. Factores como el espacio, el número de estudiantes, el número de docentes y las condiciones sociales cambian las reglas de juego. Por lo tanto, no hay una fórmula mágica para implementar las aulas rotativas de forma exitosa en todos los ambientes.
Para ir identificando las necesidades y oportunidades de mejora, siempre se sugiere hacer inicialmente una prueba piloto. Consiste en la implementación de aulas rotativas de forma paulatina. Puede ser al principio con un solo grado, o con una sola materia.
Estos primeros pasos ayudan a identificar como implementar de forma exitosa una estrategia más amplia de aulas rotativas. Se recomienda de igual manera documentar el proceso. Tomar notas, llevar un diario de campo y sacar fotografías ayuda a realizar las evaluaciones futuras. Además, sirve como evidencia para guiar a otras instituciones que inician este proceso.
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Retroalimentación estudiantil
La voz del estudiante es igualmente fundamental dentro de la implementación de cualquier estrategia pedagógica. Por esto, el plan de adaptación siempre debe incluir una serie de herramientas que permitan obtener la opinión del estudiante.
Esto se puede dar con preguntas sencillas como ‘¿cómo te ha parecido cambiar de salón en diferentes materias?’, ¿te gusta más la escuela así o eras más feliz cuando estabas en el mismo salón siempre? Seguramente, las respuestas darán luces y guías clave dentro de este proceso.
Por otro lado, es importante medir el desempeño y las calificaciones antes y después de la implementación. De igual forma, hacer una medición posterior, pues el proceso de cambio en sí mismo podría influir en esta variable.
Otra fuente de retroalimentación son los padres de familia. Invitarlos a conocer los espacios sirve para integrarlos y recibir su apoyo en la implementación de nuevas estrategias de enseñanza.
